viernes, 17 de octubre de 2008

¿Qué es el discernimiento de los espíritus?


Discernimiento de los Espíritus - ¿Qué es el discernimiento?


1. Introducción

1.1. Aproximación bíblica

Salmo 1

El salmo distingue: el camino del justo y el camino del pecador.

1.- Discernimiento no se refiere a verdades abstractas sino que apunta a la práxis - al camino concreto de una persona.
2.- En el discernimiento se trata finalmente siempre si un camino lleva a Dios.
3.- Hay signos exteriores que indican si alguien va por el camino de Dios o no. (...Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto.)

Mt 4, 1-11

1.- Discernimiento de los espíritus es posible sólo en el Espíritu Santo.
2.- Los así llamados “espíritus” se manifiestan en forma de sentimientos y pensamientos. Jesús sentía hambre y de allí resulta una determinada reflexión: si tú eres el hijo de Dios ...
3.- En Mt 4, 1-11 el demonio usa citas bíblicas. Esto quiere decir que una apariencia piadosa/religiosa no es garantía de nada, puede haber intensiones falsas. “Tentación bajo la apariencia del bien”.

1 Cor 12, 10

Es el primer texto bíblico que habla directamente del “discernimiento de los espíritus”. Para Pablo es un don de Dios y lo enumera en este texto entre otros dones del Espíritu Santo a la comunidad cristiana.

1 Jn 4,1-2

1.- No es fácil reconocer si un “espíritu” lleva por el camino de Dios o no. Por eso la vida cristiana exige la atención y la vigilancia. Es necesario “examinar” los espíritus para no seguir indicaciones equivocadas.
2.- La apariencia carismática no es prueba de autenticidad. Fue precisamente esta apariencia la que causó confusión en la comunidad a la que va dirigida la 1ª carta de Juan.
3.- Jesús de Nazareth, el Cristo hecho carne mortal es la última medida en el discernimiento de los espíritus. En la persona de Cristo Jesús podemos medir y reconocer qué camino nos lleva a Dios y cuál no.

2.- Aproximación al concepto

2.1. Discernimiento no es una doctrina del ámbito de la esotérica o del espiritismo. El discernimiento no se ocupa de fenómenos ocultos o espiritistas.
2.2. Discernimiento no es un método o una técnica que se pueda aprender. Hay reglas y hay criterios, pero el núcleo no es el método sino la relación y la unión personal con Dios. La familiaridad con Jesús abre el sentido para darse cuenta que corresponde más al Espíritu de Jesús y qué menos.
2.3. Discernimiento no es la virtud clásica de la prudencia. Prudencia es la razón práctica que busca una orientación concreta para el actuar humano. Pero prudencia es una virtud intelectual y moral. Prudencia y discernimiento tienen en común que ambos buscan respuesta a la pregunta qué camino se debe escoger. La prudencia se basa en las razones, el discernimiento toma en cuenta también los sentimientos, el lenguaje del corazón y también el cuerpo.
2.4. El discernimiento tampoco es una forma sutil de una revelación privada. Porque además de la atención por las mociones interiores, la voluntad de Dios se manifiesta en las circunstancias concretas de la vida, en la revelación cristiana y en la enseñanza de la iglesia.

2.5. Discernimiento de los espíritus es un proceso en el que una persona desde su familiaridad con Jesús examina sus motivaciones y movimientos interiores y exteriores y se pregunta: qué me lleva a avanzar más en el camino hacia Dios y qué me aleja de él. Para así poder tomar una decisión acerca del camino al que Dios la llama.

2.5.1. El discernimiento es un proceso que a veces puede durar años. Es un proceso de esclarecimiento porque la evidencia que se busca no sólo es racional o lógica sino que toma en cuenta integralmente a la persona.
2.5.2. No se puede exagerar en subrayar la importancia del aspecto de la familiaridad con Jesús. Sólo la persona que ha logrado entender y comprender la dinámica vital, las líneas fuerza de la vida de Jesús, será capaz de discernir lo que aquí y ahora corresponde a Cristo y lo que no, “está en su línea”.
2.5.3. Las motivaciones y movimientos interiores y exteriores son los “espíritus”. San Ignacio al comienzo ni los menciona, sino que habla de “mociones”, entendiendo estados de ánimo, sentimientos, esperanzas, reflexiones, proyectos, sueños, etc., todo lo que se “mueve” en el interior de una persona. Discernimiento de los espíritus es esclarecer las mociones y motivaciones humanas. Se busca responder a la pregunta: ¿qué me mueve y hacia dónde me mueve?
Se trata de las mociones vividas y sólo ellas pueden ser examinadas y puestas a prueba. Es evidente que motivaciones ocultas pueden existir y que tienen mucha influencia en las decisiones y acciones de una persona, pero en cuánto son ocultas no pueden ser objeto de discernimiento.
Hay muchas fuerzas externas que mueven e influyen en una persona (como por ejemplo: otras personas, procesos grupales, la opinión pública, etc.). Ellas sí son y deben ser objeto del discernimiento.
2.5.4. Examinar si llevan hacia Dios o alejan de Él. Este es el momento mismo del discernimiento. Cada movimiento tiene una dirección y una finalidad. En el discernimiento una persona se pregunta: ¿hacia dónde apunta este movimiento que estoy registrando? ¿a qué o a quién me lleva? ¿Este sentimiento, esta reflexión, este impulso externo me lleva adelante en el camino hacia Dios o me lleva en una dirección que me aleja de Dios?
2.5.5. El discernimiento lleva a “poder tomar decisiones”. El discernimiento no es algo teórico sino que quiere llevar a una persona al punto de poder tomar una decisión. Una decisión apoyada en la distinción y diferenciación de las distintas mociones y motivaciones. Quien ha reconocido hacia dónde lo lleva tal o cual moción, será capaz de decidir mejor lo que corresponde al camino que lo lleva al encuentro con Dios.
2.5.6. La finalidad del discernimiento es poder responder a la pregunta de Saulo en Act 22, 10 “¿Qué debo hacer, Señor?”. Es la pregunta por la voluntad de Dios en y para mi vida.


3. Disposición fundamental para entrar en un proceso de discernimiento

En los ejercicios San Ignacio orienta la atención del ejercitante en 3 direcciones diferentes:

1. la realidad concreta que vive la persona que toma ejercicios
2. el contenido de la revelación cristiana
3. las mociones interiores del ejercitante

Para un proceso de discernimiento hay entonces 3 focos de atención:

1. atención a los acontecimientos exteriores
2. atención al Misterio de Dios
3. atención a los acontecimientos interiores

3.1. Atención a los acontecimientos exteriores
Hechos, realidades, acontecimientos, personas son impulsos que influyen en nosotros
Francisco de Asís se convierte por su encuentro con los pobres y los leprosos y porque cambia de lugar en su vida.
Mahatma Gandhi decía que la fuerza para llevar adelante su lucha por la libertad y la paz en su patria la encontraba en el “Satyagraha” que habiltualmente se traduce con “resistencia no violenta”. Pero en realidad es un porceso que acoge la verdad de las personas, de los acontecimientos y de las cosas, es asumir honestamente la realidad y enfrentarla.
Prestar atención a los acontecimientos exteriores exige informarse, estudiar, reunir datos y detalles, etc.
3.2. Atención al Misterio de Dios
Signfica adquirir familiaridad y confianza con Dios. Medios para esto encontramos en la oración, la lectura y meditación de la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras, la participación en la liturgia, el estudio teológico, etc.

3.3. Atención a las mociones internas
La atención a los movimientos y procesos interiores supone que la persona las percibe y esto es menos obvio de lo que parece.
Percibir las mociones, movimientos, procesos en el propio interior, estados de ánimo etc. es la condición para poder discernir. No es poco frecuente que personas no tienen contacto con su propia vida interior porque niegan y rehuen lo que acontece ahí.

Discernimiento es prestar atención a:

· Los Acontecimientos exteriores
· El Misterio de Dios
· Los Acontecimientos interiores

¿Cómo se reflejan los acontecimientos exteriores en mi manera de relacionarme con Dios?
¿Cómo se refleja la fe en el misterio de Dios en mi manera de percibir los acontecimientos exteriores?

¿Cómo influye la fe en el Misterio de Dios en mis acontecimientos interiores?
¿Cómo influyen los acontecimientos interiores en mi fe en el Misterio de Dios?

¿Cómo influyen los acontecimientos exteriores sobre el interior de una persona?
¿Cómo influyen mis mociones interiores en mi manera de percibir el mundo exterior?



Para el proceso del discernimiento se propone 5 pasos:

1. percibir, sentir
2. reconocer, verbalizar
3. diferenciar - separar
4. distinguir
5. decidir


Martin Königstein ss.cc.
mksscc@gmail.com

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